miércoles, 29 de noviembre de 2017



CENA SOLIDARIA EN EL HISTÓRICO COMPLEJO DE SAN MARTÍN PINARIO, SANTIAGO.
Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.
Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot.com


Con la pretensión de ayudar al lector a situarse en el adecuado y correcto contexto histórico y artístico del marco incomparable del otrora Monasterio Benedictino y hoy Seminario Mayor, se le facilitan algunos datos que pudieran ser de su interés, como, por ejemplo, que el espacio físico del edificio al que se hace referencia en esta publicación, estuvo sometido, desde los albores del siglo X hasta finales del XIX, a los distintos avatares del devenir histórico, social, político y religioso, así como a cambios de uso y titularidad, pasando de ser un Monasterio de monjes benedictinos a Seminario Conciliar. Inicialmente, estos religiosos tuvieron como misión o cometido fundamental velar por el culto al Apóstol Santiago y custodiar su Sepulcro, en estrecha colaboración y complementariedad con el que también competía a las congregaciones monásticas de San Paio de Antealtares y San Fiz de Solovio.

Por lo demás, es de reseñar que su origen se remonta a un oratorio dedicado a Santa María denominado de la Corticela, derribado a finales del siglo IX, excepto la capilla, que pasó a formar parte del conjunto catedralicio, dedicado al Apóstol Santiago, conocido en el orbe cristiano católico, y aún fuera de él, como la Catedral de Santiago de Compostela y centro de Pereginaciones, equiparable, en múltiples aspectos, con los centros de Jerusalén y Roma.
Debe subrayarse que fue en torno al año 1527 cuando la Corticela deja de depender de los monjes de San Martín Pinario y pasa a ser administrada por la catedral como parroquia para peregrinos, extranjeros y vascos, con la intención de prestarles un servicio más adecuado. En parecidos términos se establecen en ese pequeño recinto sagrado los linguaxeiros, que eran los sacerdotes encargados de confesar en distintas lenguas a los peregrinos. A partir de entonces, esta capilla se convirtió en un lugar acogedor y tranquilo para el recogimiento del peregrino que llega a Santiago de Compostela, uso que sigue manteniendo a día de hoy. A buen seguro será del agrado del avezado lector saber que el nombre de Pinario viene de Pignario y éste a su vez de los pinos que había en este lugar donde los monjes fundaron su primera capilla en el siglo XI.
Asimismo, cabe señalar que a partir de la reedificación llevada a cabo en el siglo XVI, aparecen entremezclados elementos arquitectónicos renacentistas, barrocos y neoclásicos, que contribuyen a realzar la grandiosidad y belleza de este gran complejo religioso, sólo superado en España por el del Escorial. Y si se ahonda o/y bucea un poco más en la historia concreta de este emblemático conjunto histórico artístico, aparece testimoniado que, a lo largo del segundo tercio del siglo XIX, una buena parte de los espacios del Monasterio de San Martín Pinario se convirtieron en viviendas para los militares, juzgados de primera instancia y alojamiento/albergue del cuartel de Guadalajara. Pero fue en el año 1868 cuando se produjo el traslado del Seminario Conciliar desde la ubicación original en el Colegio de San Clemente- actual Instituto Rosalía de Castro- al edificio del Monasterio. Más adelante, se dirá que en la actualidad dicho inmueble además de constituir la sede del Seminario Mayor de la Archidiócesis de Santiago de Compostela, donde se forma el futuro clero compostelano, da cobijo a otras instituciones, entidades, quehaceres y servicios de diversa índole.
Pero volviendo al tema de la solidaridad interactiva y compartida, hay que poner de manifiesto que año tras año, desde hace ya seis, el Seminario Mayor de San Martín Pinario viene organizando y celebrando una cena solidaria, para colaborar con Cáritas diocesana en la ingente tarea de auxiliar a las personas que demandan su ayuda. Pero aparte de esta cena fraternal, el Seminario Mayor realiza otras actividades de las que resultaría prolijo hablar, describiéndolas, en este Artículo/Comentario. Y a propósito, es obligado resaltar el encomiástico gesto de todos aquellos que, con el Rector, D. Carlos Álvarez Varela, a la cabeza, intervienen activamente en la organización de los actos del citado evento solidario, como son los formadores: D. Ricardo Vázquez Freire y D. José Luís Ramos Souto; la secretaria del Seminario Mayor, Dª. Eva Varela Rodríguez, con su probado buen hacer tan eficiente como riguroso; las Srtas. Carmiña y Aurita de la Grande Obra de Atocha

Y debe de ponerse de manifiesto el papel desempeñado por los seminaristas, que, con el corazón henchido de entusiasmo e ilusión, proyectan la fuerza del divino tesoro de su juventud en la potenciación del sentido altruista de la vida; además, son dignas de ser mencionadas otras personas que han puesto y siguen poniendo alma, vida y corazón en esta admirable obra social, cuyo trasunto son las nobles causas y las buenas acciones. No cabe duda de que estas y otras actuaciones similares, llevadas a cabo por el Seminario Mayor compostelano, jalonan la trayectoria socio/histórica de esta secular y benemérita institución eclesiástica y la de quienes tan dignamente la dirigen.
De todos modos, quien habla a los lectores escribiendo este Comentario no se resiste a poner de manifiesto ante los mismos la apreciación personal y la de otras muchas personas en cuanto al reconocimiento, admiración y gratitud que merecen tanto la persona como la obra del polifacético y egregio maestro de humildad, trato afable, bonhomía e inspirador de afectos, D. Carlos Álvarez. Esta cena solidaria, prevista para el viernes, día 1 de Diciembre, del año en curso, constituye, como queda apuntado, la sexta ocasión en que, con gran poder de convocatoria y concitación, el propio Seminario de San Martín Pinario, de Santiago de Compostela, organiza con éxito desbordante este tipo de actos solidarios. 

Estas expresiones de generosa solidaridad, parecen una perfecta evocación o un parangón de aquella conocida anécdota que se atribuye a San Martín de Tours cuando parte y comparte su capa con un mendigo aterido por el frío. Con el comienzo del tiempo de preparación para la Navidad cristiana, llega también el momento en el que empresas, ONGs y particulares promueven campañas y organizan  actividades de diversa naturaleza pero que, en líneas generales, se realizan y ponen en marcha desde los parámetros de la solidaridad humana y cristiana, trasfondo de la necesidad de revitalizar el debilitado sentido de la fraternidad entre personas y pueblos, degradada, deteriorada y rota como consecuencia de los odios sembrados y de las injusticias practicadas.
La sociedad, en la que actualmente nos movemos y vivimos,- a veces malvivimos- está inmersa en las procelosas aguas de la desigualdad, confusión, ceguera moral y pérdida de una consistente escala axiológica que resulte reequilibradora de las descompensaciones sociopolíticas y religioso/morales generadas por el multifactorial fenómeno de la endémica deshumanización, el secularismo imperante y un feroz hostigamiento religioso, de marcado carácter anticlerical y significativo cariz laicista. Todo lo cual, viene a constituir un inquietante signo de los tiempos de la hodiernidad. Pero dentro de este complicado y tenebroso mundo, siempre surgen, por mor del providente destino, personajes capaces de proyectar rayos de luz y esperanza en los corazones de las personas de su entorno y ámbito de convivencia.
A pesar de no ser la primordial intención ni el principal objetivo del comentarista la idea de traer a colación, como final del presente Artículo, un paradigma de persona con capacidad empática, inteligencia práctica y probada bonhomía, éste decidió introyectarla por coherencia y convicción personal, habida cuenta de que tales características sintetizan el perfil personalístico de D. Carlos Álvarez Varela, Rector del Seminario Mayor y máximo representante del conjunto histórico artístico de San Martín Pinario.

El referido espacio físico, de unos 20.000 metros cuadrados, acoge y alberga a una serie de Instituciones y entidades, como son: Instituto Teológico Compostelano, Instituto Superior Compostelano de Ciencias Religiosas, Escuela de Teología para seglares, Centro de Estudios para obtención de la DECA, Vicaría Episcopal de Enseñanza y Catequesis, Escuela Universitaria de Trabajo Social, adscrita a la Universidad de Santiago de Compostela, Archivo Histórico Diocesano de Santiago de Compostela, Oratorio de San Felipe Neri, Iglesia Conventual de San Martín Pinario, con su Fachada Renacentista, y en su interior se encuentra una auténtica profusión de arte barroco expresado con toda grandiosidad en el retablo del altar mayor y en la sillería coral, que es una fastuosa creación artística del escultor gallego, Mateo de Prado, plasmada en el año 1639. Y, por último, en este monumental complejo, se incluye la actual Hospedería de San Martín Pinario y las tiendas/herbolario ubicadas en la parte que ocupaba la antigua botica del Monasterio Benedictino.
Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.

Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot.com




martes, 21 de noviembre de 2017

SINRAZÓN DEL DESAFÍO INDEPENDENTISTA CATALÁN Y SUS CAÓTICAS SECUELAS JURÍDICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS.


Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.
Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace e verbosuelto.blogspot.com

Convulsa, turbulenta, delicada y compleja es la actual situación jurídica, política, social y económica de España. Y, para mostrar este enredado ambiente sociopolítico y jurídico procesal, el comentarista trae a colación la conocida metáfora del gran poeta asturiano y autor de las famosas doloras literarias, Ramón de Campoamor, dado que lo refleja de manera tan gráfica como realista al escribir aquello de: en este mundo traidor, donde nada es verdad ni mentira, sino que es del color del cristal con que se mira. Y ello,  porque, en efecto, la realidad de este delirante conflicto, está siendo tan vertiginosamente cambiante y diversa debido a las manipulaciones, trapacerías y falacias de los dirigentes políticos separatistas catalanes, fanatizados hasta alcanzar el grado de una irracional ofuscación mental, el delirio y la pérdida de contacto con la realidad objetivada. Perciben los hechos bajo el prisma de su exclusivo y excluyente punto de vista y, por ende, en el asunto del proceso independentista sólo están animados por el pensamiento único de sus fantasías e ideaciones soberanistas.

En tal contexto, apenas se dispone de tiempo suficiente para el sosegado debate ni tampoco para reflexionar sobre las consecuencias derivadas de los cambios que se plantean y llevan a cabo más por intereses espurios que por el bien común de los ciudadanos en su conjunto, y no sólo de los catalanes. Pero, hay que señalar asimismo que los independentistas y los constitucionalistas no suelen coincidir en cuanto a las apreciaciones sobre el desafío catalán porque tienen percepciones distintas. De ahí que, unos y otros se manifiesten de manera divergente y discrepante con respecto a este espinoso tema. A modo de meros ejemplos, se aportan algunas intervenciones, como la del Delegado del Gobierno en Cataluña, Enrique Millo, dando recientemente una atinada respuesta a la fantochada afirmación del depuesto presidente independista catalán y prófugo de la justicia española: nadie le votó como presidente.
Asimismo, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, sentencia que esta comunidad autónoma gallega no será el tonto útil de las desaforadas ansias soberanistas del separatismo catalán. Por su parte Juncker, presidente de la Comisión Europea, alerta del veneno inoculado por los nacionalistas en los diferentes países o regiones de Europa. En todo caso, y sobre este particular tema del independentismo, debe resaltarse que, por más que se desgañiten los golpistas, en España no hay presos políticos, sino, en todo caso, políticos sediciosos presos por supuestos delitos de rebelión, malversación de fondos públicos, desobediencia y prevaricación. A propósito, es sabido que la Justicia investiga el entramado millonario de ANC Y ÓMNIUM, tal vez para darle el golpe de gracia a estas asociaciones de clara orientación separatista.
 
El ex presidente de Cataluña y ex molto honorable Puigdemont, se haría un gran favor a sí mismo, a Cataluña y al resto de España si dejase de frivolizar y/o banalizar sobre el exilio por dignidad personal y consideración hacia los  españoles que se vieron abocados a buscar acomodo ideológico y político en el exilio por mor de pasados regímenes dictatoriales, represores de derechos y libertades. Algo que carece de sentido en la actualidad porque España lleva cerca de 40 años viviendo en un estado social y democrático de derecho bajo el paraguas legal de la Constitución de 1978, los Estatutos de las Autonomías, la Jurisprudencia de los Tribunales y los españoles disfrutándola. Por tal motivo, los ex gobernantes catalanes fugados y exiliados a Bruselas pueden ser tachados  como prófugos de la justicia española, traidores, desleales y cobardes morales.

Por lo demás, sus comportamientos son a todas luces propios de verdaderos impostores, ya que pretenden legitimar un gobierno fuera de las fronteras españolas, al margen de las leyes y de las estructuras democráticas del Estado español. No hay que olvidar la advertencia hecha por Bruselas sobre el conflicto planteado por el separatismo catalán, dado que supone un futuro riesgo para el crecimiento económico y el desarrollo social de España. Asimismo, que la declaración de la presidenta del parlamento de Cataluña ante el Juez del Supremo, Pablo Llarena, produce un punto de inflexión en el proceso independentista y una merma de la credibilidad de los impulsores del mismo. Quedan al descubierto las falacias y mentiras de los golpistas separatista y cobran valor los argumentos de los constitucionalistas. Relevante es el hecho de que Carmen Forcadell y cuatro miembros de la mesa renieguen en sede judicial de la secesión, porque ello supone asestar un duro golpe al proceso soberanista. De suerte que al desvincularse de la vía unilateral de la independencia, dejan abierto el camino para poder intentarlo por la del diálogo, la negociación y el pacto con el Estado.

A la intrincada, confusa y tensa situación existente en Cataluña, contribuyen personajes mediocres como el obispo de Solsona, siendo muchos los españoles que se preguntan a qué espera el presidente de Conferencia Episcopal Española para reconvenir al exaltado nacionalista, obispo leridano/ilerdense de la comarca del Solsonés catalán, e instarle a que limite su celo pastoral a predicar la fraternidad y la unión entre sus diocesanos, en vez de colaborar de manera activa con los golpistas al intento de consumar la ruptura de la unidad territorial de España y la voladura del Estado de Derecho. A decir de los medios de comunicación social, este clérigo aprovecha su privilegiado púlpito para sumarse a la propaganda de los independentistas catalanes. Recientemente, utilizó la homilía dominical para dejar claro que según su visión, el encarcelamiento preventivo dictaminado el pasado 2 de noviembre en relación con los ex consejeros, le parece injusto. Algunos medios señalan que el prelado del Solsonés, Xavier Novell i Gomà, votó el pasado 1 de octubre en la convocatoria ilegal independentista.
 
Poco después, en un vergonzante comunicado, llamaba guerrilleros a policías nacionales y guardias civiles. El referido prelado acentúa más todavía el juicio peyorativo sobre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado al remarcar muchos sufrimos por lo que vimos por la televisión y por las redes sociales, debido al temor de que, a medida que avanzaba la jornada, las guerrillas policiales llegaran a nuestra casa. ¡Vaya falta de tacto y sensibilidad en un hombre de paz, como se supone que tiene que ser un obispo!. La gravedad de la cuestión radica en que Novell aseguró ante los solsoninos y los televidentes que lo que los políticos independentistas catalanes han perseguido con sus actos es legítimo, afirmando que los encarcelados por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos, habrían tratado, en todo momento, de encontrar caminos para poder llevar a cabo su programa electoral por las vías del diálogo.

Y para completar el grotesco despropósito clerical, ya sólo falta que tanto el obispo leridano como el abad de Montserrat y el tándem Teresa Forcades-Lucía Carám integren la candidatura de la CUP. Eso sí, habría que exigirles que tanto en la campaña electoral como en los platós de televisión planteen a los votantes radicales que sean ellos quienes pongan la X en la casilla de ayuda a la Iglesia católica.

El mentado jerarca de la Iglesia católica, debiera de explicar en virtud de qué criterios morales y políticos sentencia sin despeinarse que las actuaciones golpistas eran legítimas y no ilegales, confundiendo a posta legitimidad con legalidad. Remata sus fanáticas peroratas y disquisiciones diciendo que uno puede estar de acuerdo o no con la independencia, pero no es justo que por la vía de la fuerza este pueblo no pueda decidir su futuro. Y chupa del frasco, Carrasco, porque este señor- por decir algo menos irreverente-, que luce anillo y solideo, afirmó sin empacho alguno ni inmutarse, y quedándose tan pancho, y en ello sigue: somos una nación y tenemos derecho a decidir por nosotros, siendo ésta una de las muchas razones que movieron al obispo solsonense a adherirse a la huelga general convocada por los independentistas en Cataluña y a cerrar el acceso tanto a la curia diocesana como al museo. El caso, señor obispo soberanista, es que, según reza un viejo lema existencialista, todos seremos juzgados por lo que hacemos y no tanto por lo que decimos, aunque a algunos se le debiera de aplicar a la inversa o por ambos hechos.

Cobardía política, bajeza moral y traición se aúnan en las actitudes y conductas de los principales artífices y autores del golpismo catalán, habida cuenta de que Puigdemont huye como una rata asustada, Trapero se retracta de su pérfida deslealtad profesional y Forcadell reniega de la DUI, cabe preguntarse dónde está entonces la heroicidad de los alentadores del Golpe de Estado en cuestión. La respuesta correcta a tal interrogante se puede sintetizar en que todo fue un auténtico fiasco y la puesta en escena de una melodramática comedia de enredo. A saber, fue y sigue siendo teatro, farsa y un mal montaje de guiñoles por parte de una banda de titiriteros aficionados. Forcadell, Lluis Corominas, Lluis Guinó, Anna Simó y Ramona Barrufet, se distanciaron sin ambages de la declaración de independencia, renegaron de la imposición unilateral de la ruptura y sostuvieron ante el Juez del Supremo, Pablo Llarena, que la vía hacia la independencia debe transitarse dentro del marco de la Constitución, el Estatuto de Autonomía y demás leyes del Estado español.

Finalmente, y en clave de humor, este comentarista cuenta para sus lectores que en el centro de Bruselas hay muñequito cuyo nombre propio es el de Manneken Pis, que traducido significa Hombrecito que orina, lo que, teniendo en cuenta el esperpéntico papel que desempeña en ese país el ex presidente Puigdemont, no es de extrañar que esté siendo motivo de chanzas y caricaturescas parodias en algunos medios de comunicación y redes sociales, aplicándole el nombre de Puigde-Pis, a saber, el hombrecillo que orina en Bruselas, fuera del tiesto, claro está.

jueves, 16 de noviembre de 2017

LABERÍNTICA E INTRINCADA SITUACIÓN CATALANA.



Por Antonio José Parafita  Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.

Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot.com


Convulsa, turbulenta, delicada y compleja es la actual situación jurídica, política, social y económica de España. Y, para mostrar este enredado ambiente sociopolítico y jurídico procesal, el comentarista trae a colación la conocida metáfora del gran poeta asturiano y autor de las famosas doloras literarias, Ramón de Campoamor, dado que lo refleja de manera tan gráfica como realista al escribir aquello de: en este mundo traidor, donde nada es verdad ni mentira, sino que es del color del cristal con que se mira. Y ello, porque, en efecto, la realidad de este delirante conflicto, está siendo tan vertiginosamente cambiante y diversa debido a las manipulaciones, trapacerías y falacias de los dirigentes políticos separatistas catalanes, fanatizados hasta alcanzar el grado de una irracional ofuscación mental, el delirio y la pérdida de contacto con la realidad objetivada. Perciben los hechos bajo el prisma de su exclusivo y excluyente punto de vista y, por ende, en el asunto del proceso independentista sólo están animados por el pensamiento único de sus fantasías e ideaciones soberanistas.

En tal contexto, apenas se dispone de tiempo suficiente para el sosegado debate ni tampoco para reflexionar sobre las consecuencias derivadas de los cambios que se plantean y llevan a cabo más por intereses espurios que por el bien común de los ciudadanos en su conjunto, y no sólo de los catalanes. Pero, hay que señalar asimismo que los independentistas y los constitucionalistas no suelen coincidir en cuanto a las apreciaciones sobre el desafío catalán porque tienen percepciones distintas. De ahí que, unos y otros se manifiesten de manera divergente y discrepante con respecto a este espinoso tema. A modo de meros ejemplos, se aportan algunas intervenciones, como la del Delegado del Gobierno en Cataluña, Enrique Millo, dando recientemente una atinada respuesta a la fantochada afirmación del depuesto presidente independista catalán y prófugo de la justicia española: nadie le votó como presidente.

Asimismo, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, sentencia que esta comunidad autónoma gallega no será el tonto útil de las desaforadas ansias soberanistas del separatismo catalán. Por su parte Juncker, presidente de la Comisión Europea, alerta del veneno inoculado por los nacionalistas en los diferentes países o regiones de Europa. En todo caso, y sobre este particular tema del independentismo, debe resaltarse que, por más que se desgañiten los golpistas, en España no hay presos políticos, sino, en todo caso, políticos sediciosos presos por supuestos delitos de rebelión, malversación de fondos públicos, desobediencia y prevaricación. A propósito, es sabido que la Justicia investiga el entramado millonario de ANC Y ÓMNIUM, tal vez para darle el golpe de gracia a estas asociaciones de clara orientación separatista.

El ex presidente de Cataluña y ex molto honorable Puigdemont, se haría un gran favor a sí mismo, a Cataluña y al resto de España si dejase de frivolizar y/o banalizar sobre el exilio por dignidad personal y consideración hacia los españoles que se vieron abocados a buscar acomodo ideológico y político en el exilio por mor de pasados regímenes dictatoriales, represores de derechos y libertades. Algo que carece de sentido en la actualidad porque España lleva cerca de 40 años viviendo en un estado social y democrático de derecho bajo el paraguas legal de la Constitución de 1978, los Estatutos de las Autonomías, la Jurisprudencia de los Tribunales y los españoles disfrutándola. Por tal motivo, los ex gobernantes catalanes fugados y exiliados a Bruselas pueden ser tachados como prófugos de la justicia española, traidores, desleales y cobardes morales.

Por lo demás, sus comportamientos son a todas luces propios de verdaderos impostores, ya que pretenden legitimar un gobierno fuera de las fronteras españolas, al margen de las leyes y de las estructuras democráticas del Estado español. No hay que olvidar la advertencia hecha por Bruselas sobre el conflicto planteado por el separatismo catalán, dado que supone un futuro riesgo para el crecimiento económico y el desarrollo social de España. Asimismo, que la declaración de la presidenta del parlamento de Cataluña ante el Juez del Supremo, Pablo Llarena, produce un punto de inflexión en el proceso independentista y una merma de la credibilidad de los impulsores del mismo. Quedan al descubierto las falacias y mentiras de los golpistas separatista y cobran valor los argumentos de los constitucionalistas. Relevante es el hecho de que Carmen Forcadell y cuatro miembros de la mesa renieguen en sede judicial de la secesión, porque ello supone asestar un duro golpe al proceso soberanista. De suerte que al desvincularse de la vía unilateral de la independencia, dejan abierto el camino para poder intentarlo por la del diálogo, la negociación y el pacto con el Estado.

A la intrincada, confusa y tensa situación existente en Cataluña, contribuyen personajes mediocres como el obispo de Solsona, siendo muchos los españoles que se preguntan a qué espera el presidente de Conferencia Episcopal Española para reconvenir al exaltado nacionalista, obispo leridano/ilerdense de la comarca del Solsonés catalán, e instarle a que limite su celo pastoral a predicar la fraternidad y la unión entre sus diocesanos, en vez de colaborar de manera activa con los golpistas al intento de consumar la ruptura de la unidad territorial de España y la voladura del Estado de Derecho. A decir de los medios de comunicación social, este clérigo aprovecha su privilegiado púlpito para sumarse a la propaganda de los independentistas catalanes. Recientemente, utilizó la homilía dominical para dejar claro que según su visión, el encarcelamiento preventivo dictaminado el pasado 2 de noviembre en relación con los ex consejeros, le parece injusto. Algunos medios señalan que el prelado del Solsonés, Xavier Novell i Gomà, votó el pasado 1 de octubre en la convocatoria ilegal independentista.

Poco después, en un vergonzante comunicado, llamaba guerrilleros a policías nacionales y guardias civiles. El referido prelado acentúa más todavía el juicio peyorativo sobre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado al remarcar muchos sufrimos por lo que vimos por la televisión y por las redes sociales, debido al temor de que, a medida que avanzaba la jornada, las guerrillas policiales llegaran a nuestra casa. ¡Vaya falta de tacto y sensibilidad en un hombre de paz, como se supone que tiene que ser un obispo!. La gravedad de la cuestión radica en que Novell aseguró ante los solsoninos y los televidentes que lo que los políticos independentistas catalanes han perseguido con sus actos es legítimo, afirmando que los encarcelados por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos, habrían tratado, en todo momento, de encontrar caminos para poder llevar a cabo su programa electoral por las vías del diálogo.

Y para completar el grotesco despropósito clerical, ya sólo falta que tanto el obispo leridano como el abad de Montserrat y el tándem Teresa Forcades-Lucía Carám integren la candidatura de la CUP. Eso sí, habría que exigirles que tanto en la campaña electoral como en los platós de televisión planteen a los votantes radicales que sean ellos quienes pongan la X en la casilla de ayuda a la Iglesia católica.

El mentado jerarca de la Iglesia católica, debiera de explicar en virtud de qué criterios morales y políticos sentencia sin despeinarse que las actuaciones golpistas eran legítimas y no ilegales, confundiendo a posta legitimidad con legalidad. Remata sus fanáticas peroratas y disquisiciones diciendo que uno puede estar de acuerdo o no con la independencia, pero no es justo que por la vía de la fuerza este pueblo no pueda decidir su futuro. Y chupa del frasco, Carrasco, porque este señor- por decir algo menos irreverente-, que luce anillo y solideo, afirmó sin empacho alguno ni inmutarse, y quedándose tan pancho, y en ello sigue: somos una nación y tenemos derecho a decidir por nosotros, siendo ésta una de las muchas razones que movieron al obispo solsonense a adherirse a la huelga general convocada por los independentistas en Cataluña y a cerrar el acceso tanto a la curia diocesana como al museo. El caso, señor obispo soberanista, es que, según reza un viejo lema existencialista, todos seremos juzgados por lo que hacemos y no tanto por lo que decimos, aunque a algunos se le debiera de aplicar a la inversa o por ambos hechos.

Cobardía política, bajeza moral y traición se aúnan en las actitudes y conductas de los principales artífices y autores del golpismo catalán, habida cuenta de que Puigdemont huye como una rata asustada, Trapero se retracta de su pérfida deslealtad profesional y Forcadell reniega de la DUI, cabe preguntarse dónde está entonces la heroicidad de los alentadores del Golpe de Estado en cuestión. La respuesta correcta a tal interrogante se puede sintetizar en que todo fue un auténtico fiasco y la puesta en escena de una melodramática comedia de enredo. A saber, fue y sigue siendo teatro, farsa y un mal montaje de guiñoles por parte de una banda de titiriteros aficionados. Forcadell, Lluis Corominas, Lluis Guinó, Anna Simó y Ramona Barrufet, se distanciaron sin ambages de la declaración de independencia, renegaron de la imposición unilateral de la ruptura y sostuvieron ante el Juez del Supremo, Pablo Llarena, que la vía hacia la independencia debe transitarse dentro del marco de la Constitución, el Estatuto de Autonomía y demás leyes del Estado español.

Finalmente, y en clave de humor, este comentarista cuenta para sus lectores que en el centro de Bruselas hay muñequito cuyo nombre propio es el de Manneken Pis, que traducido significa Hombrecito que orina, lo que, teniendo en cuenta el esperpéntico papel que desempeña en ese país el ex presidente Puigdemont, no es de extrañar que esté siendo motivo de chanzas y caricaturescas parodias en algunos medios de comunicación y redes sociales, aplicándole el nombre de Puigde-Pis, a saber, el hombrecillo que orina en Bruselas, fuera del tiesto, claro está.

Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.

Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot.com.

domingo, 12 de noviembre de 2017



LABERÍNTICA E INTRINCADA SITUACIÓN JURÍDICA, SOCIAL Y POLÍTICA GENERADA POR EL INDEPENDENTISMO CATALÁN.

Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.

Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace e verbosuelto.blogspot.com






Convulsa, turbulenta, delicada y compleja es la actual situación jurídica, política, social y económica de España. Y, para mostrar este enredado ambiente sociopolítico y jurídico procesal, el comentarista trae a colación la conocida metáfora del gran poeta asturiano y autor de las famosas doloras literarias, Ramón de Campoamor, dado que lo refleja de manera tan gráfica como realista al escribir aquello de: en este mundo traidor, donde nada es verdad ni mentira, sino que es del color del cristal con que se mira. Y ello, porque, en efecto, la realidad de este delirante conflicto, está siendo tan vertiginosamente cambiante y diversa debido a las manipulaciones, trapacerías y falacias de los dirigentes políticos separatistas catalanes, fanatizados hasta alcanzar el grado de una irracional ofuscación mental, el delirio y la pérdida de contacto con la realidad objetivada. Perciben los hechos bajo el prisma de su exclusivo y excluyente punto de vista y, por ende, en el asunto del proceso independentista sólo están animados por el pensamiento único de sus fantasías e ideaciones soberanistas.

En tal contexto, apenas se dispone de tiempo suficiente para el sosegado debate ni tampoco para reflexionar sobre las consecuencias derivadas de los cambios que se plantean y llevan a cabo más por intereses espurios que por el bien común de los ciudadanos en su conjunto, y no sólo de los catalanes. Pero, hay que señalar asimismo que los independentistas y los constitucionalistas no suelen coincidir en cuanto a las apreciaciones sobre el desafío catalán porque tienen percepciones distintas. De ahí que, unos y otros se manifiesten de manera divergente y discrepante con respecto a este espinoso tema. A modo de meros ejemplos, se aportan algunas intervenciones, como la del Delegado del Gobierno en Cataluña, Enrique Millo, dando recientemente una atinada respuesta a la fantochada afirmación del depuesto presidente independista catalán y prófugo de la justicia española: nadie le votó como presidente.

Asimismo, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, sentencia que esta comunidad autónoma gallega no será el tonto útil de las desaforadas ansias soberanistas del separatismo catalán. Por su parte Juncker, presidente de la Comisión Europea, alerta del veneno inoculado por los nacionalistas en los diferentes países o regiones de Europa. En todo caso, y sobre este particular tema del independentismo, debe resaltarse que, por más que se desgañiten los golpistas, en España no hay presos políticos, sino, en todo caso, políticos sediciosos presos por supuestos delitos de rebelión, malversación de fondos públicos, desobediencia y prevaricación. A propósito, es sabido que la Justicia investiga el entramado millonario de ANC Y ÓMNIUM, tal vez para darle el golpe de gracia a estas asociaciones de clara orientación separatista.

El ex presidente de Cataluña y ex molto honorable Puigdemont, se haría un gran favor a sí mismo, a Cataluña y al resto de España si dejase de frivolizar y/o banalizar sobre el exilio por dignidad personal y consideración hacia los españoles que se vieron abocados a buscar acomodo ideológico y político en el exilio por mor de pasados regímenes dictatoriales, represores de derechos y libertades. Algo que carece de sentido en la actualidad porque España lleva cerca de 40 años viviendo en un estado social y democrático de derecho bajo el paraguas legal de la Constitución de 1978, los Estatutos de las Autonomías, la Jurisprudencia de los Tribunales y los españoles disfrutándola. Por tal motivo, los ex gobernantes catalanes fugados y exiliados a Bruselas pueden ser tachados como prófugos de la justicia española, traidores, desleales y cobardes morales.

Por lo demás, sus comportamientos son a todas luces propios de verdaderos impostores, ya que pretenden legitimar un gobierno fuera de las fronteras españolas, al margen de las leyes y de las estructuras democráticas del Estado español. No hay que olvidar la advertencia hecha por Bruselas sobre el conflicto planteado por el separatismo catalán, dado que supone un futuro riesgo para el crecimiento económico y el desarrollo social de España. Asimismo, que la declaración de la presidenta del parlamento de Cataluña ante el Juez del Supremo, Pablo Llarena, produce un punto de inflexión en el proceso independentista y una merma de la credibilidad de los impulsores del mismo. Quedan al descubierto las falacias y mentiras de los golpistas separatista y cobran valor los argumentos de los constitucionalistas. Relevante es el hecho de que Carmen Forcadell y cuatro miembros de la mesa renieguen en sede judicial de la secesión, porque ello supone asestar un duro golpe al proceso soberanista. De suerte que al desvincularse de la vía unilateral de la independencia, dejan abierto el camino para poder intentarlo por la del diálogo, la negociación y el pacto con el Estado.

A la intrincada, confusa y tensa situación existente en Cataluña, contribuyen personajes mediocres como el obispo de Solsona, siendo muchos los españoles que se preguntan a qué espera el presidente de Conferencia Episcopal Española para reconvenir al exaltado nacionalista, obispo leridano/ilerdense de la comarca del Solsonés catalán, e instarle a que limite su celo pastoral a predicar la fraternidad y la unión entre sus diocesanos, en vez de colaborar de manera activa con los golpistas al intento de consumar la ruptura de la unidad territorial de España y la voladura del Estado de Derecho. A decir de los medios de comunicación social, este clérigo aprovecha su privilegiado púlpito para sumarse a la propaganda de los independentistas catalanes. Recientemente, utilizó la homilía dominical para dejar claro que según su visión, el encarcelamiento preventivo dictaminado el pasado 2 de noviembre en relación con los ex consejeros, le parece injusto. Algunos medios señalan que el prelado del Solsonés, Xavier Novell i Gomà, votó el pasado 1 de octubre en la convocatoria ilegal independentista.

Poco después, en un vergonzante comunicado, llamaba guerrilleros a policías nacionales y guardias civiles. El referido prelado acentúa más todavía el juicio peyorativo sobre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado al remarcar muchos sufrimos por lo que vimos por la televisión y por las redes sociales, debido al temor de que, a medida que avanzaba la jornada, las guerrillas policiales llegaran a nuestra casa. ¡Vaya falta de tacto y sensibilidad en un hombre de paz, como se supone que tiene que ser un obispo!. La gravedad de la cuestión radica en que Novell aseguró ante los solsoninos y los televidentes que lo que los políticos independentistas catalanes han perseguido con sus actos es legítimo, afirmando que los encarcelados por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos, habrían tratado, en todo momento, de encontrar caminos para poder llevar a cabo su programa electoral por las vías del diálogo.

Y para completar el grotesco despropósito clerical, ya sólo falta que tanto el obispo leridano como el abad de Montserrat y el tándem Teresa Forcades-Lucía Carám integren la candidatura de la CUP. Eso sí, habría que exigirles que tanto en la campaña electoral como en los platós de televisión planteen a los votantes radicales que sean ellos quienes pongan la X en la casilla de ayuda a la Iglesia católica.

El mentado jerarca de la Iglesia católica, debiera de explicar en virtud de qué criterios morales y políticos sentencia sin despeinarse que las actuaciones golpistas eran legítimas y no ilegales, confundiendo a posta legitimidad con legalidad. Remata sus fanáticas peroratas y disquisiciones diciendo que uno puede estar de acuerdo o no con la independencia, pero no es justo que por la vía de la fuerza este pueblo no pueda decidir su futuro. Y chupa del frasco, Carrasco, porque este señor- por decir algo menos irreverente-, que luce anillo y solideo, afirmó sin empacho alguno ni inmutarse, y quedándose tan pancho, y en ello sigue: somos una nación y tenemos derecho a decidir por nosotros, siendo ésta una de las muchas razones que movieron al obispo solsonense a adherirse a la huelga general convocada por los independentistas en Cataluña y a cerrar el acceso tanto a la curia diocesana como al museo. El caso, señor obispo soberanista, es que, según reza un viejo lema existencialista, todos seremos juzgados por lo que hacemos y no tanto por lo que decimos, aunque a algunos se le debiera de aplicar a la inversa o por ambos hechos.

Cobardía política, bajeza moral y traición se aúnan en las actitudes y conductas de los principales artífices y autores del golpismo catalán, habida cuenta de que Puigdemont huye como una rata asustada, Trapero se retracta de su pérfida deslealtad profesional y Forcadell reniega de la DUI, cabe preguntarse dónde está entonces la heroicidad de los alentadores del Golpe de Estado en cuestión. La respuesta correcta a tal interrogante se puede sintetizar en que todo fue un auténtico fiasco y la puesta en escena de una melodramática comedia de enredo. A saber, fue y sigue siendo teatro, farsa y un mal montaje de guiñoles por parte de una banda de titiriteros aficionados. Forcadell, Lluis Corominas, Lluis Guinó, Anna Simó y Ramona Barrufet, se distanciaron sin ambages de la declaración de independencia, renegaron de la imposición unilateral de la ruptura y sostuvieron ante el Juez del Supremo, Pablo Llarena, que la vía hacia la independencia debe transitarse dentro del marco de la Constitución, el Estatuto de Autonomía y demás leyes del Estado español.

Finalmente, y en clave de humor, este comentarista cuenta para sus lectores que en el centro de Bruselas hay muñequito cuyo nombre propio es el de Manneken Pis, que traducido significa Hombrecito que orina, lo que, teniendo en cuenta el esperpéntico papel que desempeña en ese país el ex presidente Puigdemont, no es de extrañar que esté siendo motivo de chanzas y caricaturescas parodias en algunos medios de comunicación y redes sociales, aplicándole el nombre de Puigde-Pis, a saber, el hombrecillo que orina en Bruselas, fuera del tiesto, claro está.

Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.

Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot.com.

miércoles, 11 de octubre de 2017

EMBESTIDA SOBERANISTA, DIÁLOGOS Y MEDIACIONES IMPROCEDENTES.    

Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales políticos.

Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot. com


10.10.2017 
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Las campanas del fracaso anuncian el final de una falaz patraña, impulsada por radicales secesionistas de la comunidad autónoma catalana. Como consecuencia del frustrante fiasco de este descabellado, antidemocrático e ilegal proceso independentista, promovido aviesa y torticeramente por unos políticos alucinados, chantajistas, mentirosos y fabricadores de vacuas ilusiones y embustes varios, orientados a propalar una imagen antipática de España, con la torticera finalidad de desprestigiarla y también con el claro propósito de eludir determinadas responsabilidades que pudieran derivarse tanto de los supuestos delitos de corrupción como de los de la fraudulenta gestión que llevaron a cabo los últimos gobiernos de la Generalidad de Cataluña, se puede vislumbrar en el horizonte social y político de España una especie de narcolepsia ideológica, al menos temporal, de los fervores del nacionalismo radical.

Ahora bien, aun cuando los nacionalismos estuvieron presentes y actuantes en Europa desde finales del siglo XVIII, conviene señalar que no siempre fueron concebidos como movimientos sociales y políticos sino que también lo fueron como sentimientos patrióticos, pero, en ambos casos, han constituido un problema para la convivencia pacífica entre los ciudadanos de muchos países del Viejo Continente. Es de esperar que, tras la decepción sufrida, se apacigüe y atempere un poco el ánimo de los nacionalistas antisistema de nuevo cuño

Pero en Cataluña, por ejemplo, el sentimiento nacionalista ha ido reforzándose con el paso del tiempo y organizándose como movimiento social y político, hasta cristalizar en la exacerbación del actual nacionalismo separatista, causa y origen de la embestida soberanista que pone en riesgo tanto la unidad territorial de España como la pacífica e interactiva convivencia entre los ciudadanos catalanes y los del resto de comunidades autónomas del estado. Es un hecho constatable y, por ende, incontestable que del nacionalismo moderado se pasó, en relativamente poco tiempo, a su versión más radical y extremista. El autor de este comentario quiere poner de relieve ante los lectores que cada día se descubren actitudes y conductas independentistas más surrealistas y abyectas. Y, hasta tal punto esto es así, que existen tramas sociopolíticas organizadas para agitar los sentimientos independentistas en los diversos foros y ámbitos de la sociedad.

En cualquier caso, no debiera olvidarse que el nacionalismo por su propia definición y naturaleza es beligerante, reivindicativo, sectario, perverso en su discurso y totalitario en los métodos y medios utilizados para lograr sus objetivos, debiendo señalar que, en ocasiones, puede llegar a ser muy problemático y dañino no sólo para la buena convivencia ciudadana sino también para el logro de su bienestar. Pero la bajeza moral de los separatistas en general tuvo y tiene como exponente máximo la manipulación y el engaño de las personas social y culturalmente débiles, a saber, con bajo perfil cultural y escasos recursos económicos, hecho que puede ser calificado como puro totalitarismo nazista.

A la hora de enjuiciar los quiméricos desafíos independentistas, debe de tenerse en cuenta que la ciudadanía, sea en el caso de Cataluña o en otros, no necesita la secesión, pero, en cambio, sí los corruptos. Centrándose en el candente tema del conflicto catalán, el autor de este análisis entiende que, al final de esta confrontación con cierto trasfondo belicoso, tiene que haber perdedores y ganadores, pues sería inconcebible, penoso y lamentable que el Estado de Derecho perdiera el pulso planteado por los separatistas catalanes a la propia Jefatura de la Nación y a los españoles. 

Tampoco puede haber diálogos ni negociaciones que no pasen por el cumplimiento de la legalidad vigente, razón que lleva a concluir que, para la solución de este conflicto, no pueden el Gobierno y los partidos políticos constitucionalistas ampararse en una política de cesiones y concesiones. Seguir esta vía, supondría sentar un nefasto precedente en España, que, en el futuro, afectaría a la estabilidad de las instituciones del Estado y no contribuiría en absoluto al fortalecimiento de la democracia, ya bastante debilitada, ni a la libertad individual y social de las personas.

Por lo demás, a estas alturas, y con las posiciones radicalizadas de los soberanistas, cualquier intento de diálogo resultaría estéril, como también lo son las expectativas de que culmine con “éxito” este quimérico y desafiante sueño independentista. Por lo demás, esta pretensión rupturista de los independentistas es una pantomima montada sobre bases ilegales, carente de rigor histórico y contraria al sentido común y a la racionalidad. Pero partiendo de la hipótesis de que toda esta bananera farsa separatista vaya a ser desmontada por el imperio de la ley, es incuestionable que quedarán los rescoldos de los odios sembrados por las mentiras de los independentistas y, a mayor abundamiento del despropósito, una honda fractura social y también la preocupante división entre los ciudadanos de Cataluña y España. De suerte que, en adelante, lo difícil será restañar las heridas abiertas por los odios sembrados, recomponer la fractura social y restablecer la confianza entre unos y otros. Y, por otra parte, cabe preguntarse cuál será la decisión que tomen los fiscales y jueces en relación a los supuestos delitos de desobediencia, desacato, malversación de fondos públicos, prevaricación y también con respecto al de rebelión de los sediciosos. 

Cierto es que las causas de estas derivas sociales y políticas fueron multifactoriales, pero deben de ser señaladas y remarcadas especialmente aquellas que más detesta la sociedad, como son, entre otras, la ausencia de auténticos líderes políticos y sociales, dentro y fuera de España, como de igual modo la de hombres de Estado, como en tiempos pretéritos. Pero, sobre todo, la cobardía de la mayoría de los dirigentes sociales, políticos institucionales. De ahí que se puede afirmar sin rodeos que muchos ciudadanos desaprueban las manifestaciones tibias y ambiguas de los personajes públicos que representan a prestigiosas e influyentes instituciones. 

A día de hoy, se echan en falta estadistas de la talla sociopolítica y autoridad moral, como la que tenían Adolfo Suárez González, Manuel Fraga Iribarne, Felipe González Márquez, Santiago Carrillo Solares, Nicolás Redondo Urbieta, Marcelino Camacho Abad. Y al respecto, en opinión de este comentarista, sólo Mariano Rajoy Brey está teniendo una actitud política de hombre de estado, secundado por el Albert Rivera Díaz, presidente del partido Ciudadanos. Los demás dirigentes políticos españoles, distan mucho de estar a la altura de las circunstancias sociales y políticas del dramático momento actual.    

Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.

Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot.com 











































ticeramente por unos políticos alucinados, chantajistas, mentirosos y fabricadores de vacuas ilusiones y embu                        stes varios, orientados a propalar una imagen antipática de España, con la torticera finalidad de desprestigiarla y también con el claro propósito de eludir determinadas responsabilidades que pudieran derivarse tanto de los supuestos delitos de corrupción como de los de la fraudulenta gestión que llevaron a cabo los últimos gobiernos de la Generalidad de Cataluña, se puede vislumbrar en el horizonte social y político de España una especie de narcolepsia ideológica, al menos temporal, de los fervores del nacionalismo radical.








Ahora bien, aun cuando los nacionalismos estuvieron presentes y actuantes en Europa desde finales del siglo XVIII, conviene señalar que no siempre fueron concebidos como movimientos sociales y políticos sino que también lo fueron como sentimientos patrióticos, pero, en ambos casos, han constituido un problema para la convivencia pacífica entre los ciudadanos de muchos países del Viejo Continente. Es de esperar que, tras la decepción sufrida, se apacigüe y atempere un poco el ánimo de los nacionalistas antisistema de nuevo cuño. 

Pero en Cataluña, por ejemplo, el sentimiento nacionalista ha ido reforzándose con el paso del tiempo y organizándose como movimiento social y político, hasta cristalizar en la exacerbación del actual nacionalismo separatista, causa y origen de la embestida soberanista que pone en riesgo tanto la unidad territorial de España como la pacífica e interactiva convivencia entre los ciudadanos catalanes y los del resto de comunidades autónomas del estado. Es un hecho constatable y, por ende, incontestable que del nacionalismo moderado se pasó, en relativamente poco tiempo, a su versión más radical y extremista. El autor de este comentario quiere poner de relieve ante los lectores que cada día se descubren actitudes y conductas independentistas más surrealistas y abyectas. Y, hasta tal punto esto es así, que existen tramas sociopolíticas organizadas para agitar los sentimientos independentistas en los diversos foros y ámbitos de la sociedad. 

En cualquier caso, no debiera olvidarse que el nacionalismo por su propia definición y naturaleza es beligerante, reivindicativo, sectario, perverso en su discurso y totalitario en los métodos y medios utilizados para lograr sus objetivos, debiendo señalar que, en ocasiones, puede llegar a ser muy problemático y dañino no sólo para la buena convivencia ciudadana sino también para el logro de su bienestar. Pero la bajeza moral de los separatistas en general tuvo y tiene como exponente máximo la manipulación y el engaño de las personas social y culturalmente débiles, a saber, con bajo perfil cultural y escasos recursos económicos, hecho que puede ser calificado como puro totalitarismo nazista. 

A la hora de enjuiciar los quiméricos desafíos independentistas, debe de tenerse en cuenta que la ciudadanía, sea en el caso de Cataluña o en otros, no necesita la secesión, pero, en cambio, sí los corruptos. Centrándose en el candente tema del conflicto catalán, el autor de este análisis entiende que, al final de esta confrontación con cierto trasfondo belicoso, tiene que haber perdedores y ganadores, pues sería inconcebible, penoso y lamentable que el Estado de Derecho perdiera el pulso planteado por los separatistas catalanes a la propia Jefatura de la Nación y a los españoles. Tampoco puede haber diálogos ni negociaciones que no pasen por el cumplimiento de la legalidad vigente, razón que lleva a concluir que, para la solución de este conflicto, no pueden el Gobierno y los partidos políticos constitucionalistas ampararse en una política de cesiones y concesiones. Seguir esta vía, supondría sentar un nefasto precedente en España, que, en el futuro, afectaría a la estabilidad de las instituciones del Estado y no contribuiría en absoluto al fortalecimiento de la democracia, ya bastante debilitada, ni a la libertad individual y social de las personas. 

Por lo demás, a estas alturas, y con las posiciones radicalizadas de los soberanistas, cualquier intento de diálogo resultaría estéril, como también lo son las expectativas de que culmine con “éxito” este quimérico y desafiante sueño independentista. Por lo demás, esta pretensión rupturista de los independentistas es una pantomima montada sobre bases ilegales, carente de rigor histórico y contraria al sentido común y a la racionalidad. Pero partiendo de la hipótesis de que toda esta bananera farsa separatista vaya a ser desmontada por el imperio de la ley, es incuestionable que quedarán los rescoldos de los odios sembrados por las mentiras de los independentistas y, a mayor abundamiento del despropósito, una honda fractura social y también la preocupante división entre los ciudadanos de Cataluña y España. De suerte que, en adelante, lo difícil será restañar las heridas abiertas por los odios sembrados, recomponer la fractura social y restablecer la confianza entre unos y otros. Y, por otra parte, cabe preguntarse cuál será la decisión que tomen los fiscales y jueces en relación a los supuestos delitos de desobediencia, desacato, malversación de fondos públicos, prevaricación y también con respecto al de rebelión de los sediciosos. 

Cierto es que las causas de estas derivas sociales y políticas fueron multifactoriales, pero deben de ser señaladas y remarcadas especialmente aquellas que más detesta la sociedad, como son, entre otras, la ausencia de auténticos líderes políticos y sociales, dentro y fuera de España, como de igual modo la de hombres de Estado, como en tiempos pretéritos. Pero, sobre todo, la cobardía de la mayoría de los dirigentes sociales, políticos institucionales. De ahí que muchos ciudadanos desaprueban las manifestaciones tibias y ambiguas de los personajes públicos que representan a prestigiosas e influyentes instituciones. A día de hoy, se echan en falta estadistas de la talla sociopolítica y autoridad moral, como la que tenían Adolfo Suárez González, Manuel Fraga Iribarne, Felipe González Márquez, Santiago Carrillo Solares, Nicolás Redondo Urbieta, Marcelino Camacho Abad. Y al respecto, en opinión de este comentarista, sólo Mariano Rajoy Brey está teniendo una actitud política de hombre de estado, secundado por el Albert Rivera Díaz, presidente del partido Ciudadanos. Los demás dirigentes políticos españoles, distan mucho de estar a la altura de las circunstancias sociales y políticas del dramático momento actual. 

Por Antonio José Parafita Fraga, escritor y comentarista de temas sociales y políticos.
Del Blog VERBO SUELTO del autor, cuyo enlace es verbosuelto.blogspot.com